COVID-19 ha interrumpido la mayoría de las áreas y funciones comerciales, incluida la gestión de controles internos
Las áreas comerciales previamente estables ahora experimentan volatilidad. Las evaluaciones de riesgos ahora deben ser más expansivas. Al mismo tiempo, estas evaluaciones pueden experimentar dificultades para realizarse, debido entre otras cosas al trabajo desde casa, desafíos tecnológicos y recortes presupuestarios rápidos e inesperados.
Esos son muchos problemas a enfrentar. Entonces, ¿cómo se pueden navegar estos desafíos?
Regresar y reevaluar todo
Se debe examinar cualquier proceso que pueda ser vulnerable al fraude (incluso con bajo riesgo).
Pregúntese: “¿Cómo ha cambiado este proceso debido a COVID-19? ¿Estamos en mayor riesgo porque un control de fraude es más débil o está ausente? ¿Existe un nuevo riesgo, porque estamos proporcionando un nuevo producto o servicio?
Apoyarse en la tecnología
La mejor respuesta aquí es que el equipo use tecnología que asigne la responsabilidad de probar o administrar controles a personas específicas.
Dicho esto, esta idea funciona mejor cuando ese sistema de control interno también está vinculado a todas las áreas de la organización. De esta manera, si el propietario del control ya no está presente, se recibe una alerta sobre ese hecho de inmediato y se pueden cambiar los procedimientos de prueba o corrección.
Cambiando para mejor
La ironía aquí es que, a pesar de toda la agitación que COVID-19 trae a su programa de controles internos, es probable que el camino a seguir acelere dos tendencias que se han estado experimentando durante bastante tiempo.
1) Mayor colaboración con otras áreas de negocio.
Los equipos de auditoría colaborarán aún más con el resto de la organización. Ellos son los que improvisan nuevos procesos comerciales en el acto o son testigos de tendencias económicas más amplias que afectarán al negocio. Ya sea que las preguntas sean sobre informes financieros, o sobre la estabilidad de la cadena de suministro, o incluso sobre cómo rediseñar la oficina para protocolos de distanciamiento social, la urgencia de una comunicación clara, rápida y efectiva con los equipos en la primera o segunda línea de defensa se ha disparado.
2) Mayor uso de la tecnología.
Los equipos de auditoría adoptarán la innovación y la tecnología en la forma en que evalúan, prueban y remedian los controles internos. COVID-19 está obligando a estos equipos a improvisar, como todos los demás. Comunicarse con otros, reunir evidencia de prueba, documentar la remediación; todo esto requerirá un pensamiento fresco y capacidades tecnológicas sólidas.
Más uso de la automatización de procesos robóticos para automatizar las pruebas o el monitoreo, lo que puede ser invaluable en tiempos de licencias o despidos
Por encima de todo, los líderes deberán aprovechar las oportunidades que se les presenten. La evolución hacia una mayor colaboración con el negocio y una mayor innovación en tecnología ha tardado en llegar.
Ahora COVID-19 está obligando a las organizaciones a considerar muchas de estas preguntas a la vez:
- ¿Cómo puede ayudarnos la automatización de controles?
- ¿Quién debería rediseñar nuestros procesos?
- ¿Cómo se puede realizar la evaluación de riesgos?
El viaje estará lleno de baches, y nadie tiene una idea clara de lo que depara el futuro. Pero en el lado opuesto, una correcta gestión de control interno podría terminar demostrando su valor para la organización más que nunca.